viernes, noviembre 03, 2006

Cambio de velocidad


_A ver si vamos terminando...
_¿ Tienes prisa ?
_Lo que me estoy es quedando sin paciencia.
_Hace un momento parecía que me quería venir, y, bueno, para nada ayudan estos comentarios tuyos.
Silencio. Una tregua. Cierta desmotivación. Conforme el hombre se ha ido civilizando, también se le han sensibilizado - respecto al entorno - los chips que gobiernan el llenado / vaciado de los cuerpos cavernosos. En el troglodita, estas cosas eran gobernadas según las leyes de la Hidráulica, sin atender a tonterías.
Lo aprendió en unos cursillos: Uno: Localizar el problema ( ya está ). Dos: Listar posibles soluciones ( tal vez continuar empujando a pesar de un entusiasmo bastante malherido, o bien, retirarse y ponerse a sobar, y, como una subopción de esta última, escabullirse - al rato -, ir al cuarto de la plancha, y, manualmente, " finalizar tarea " y " cerrar sesión " ).
Por el momento, vamos a dejar las estrategias baratas de cursillo, porque está entrando en escena el perrito de la casa. Se vino a vivir de puntillas, sin poder salir de noche y buena parte del dia de sus aposentos,( la galería de los trastos ). Lametazo a lametazo se ha ido ganando vidilla, y , con el temor de sus dueños a los ladrones silenciosos, ahora le dejan recorrer toda la casa con absoluta libertad. El chucho morder, igual no mordería, pero a ladrar , nadie le gana en estridencia.
Entonces, en plena ronda de medianoche, rutinariamente, entra el perrito a dar un regardeo en el dormitorio y se encuentra a su dueño con el tema del polvete embarrancado. ( No se puede contar por ahí, alegremente, pero éste, el jefe, tiene un defecto en los pies: le sudan mogollón. (( Una vez, se descalzó para estar fresquito, en un bautizo, y tuvieron que tirar al niño )). El tío se ducha todas las mañanas, pero por la noche, conviene un repasito, y a él se le olvida muchas veces. Cosa que la disculpa a ella, por otra parte, del suplicio de fingir forma ninguna de orgasmo ).
En el Manual del Usuario de los perros lo pone bien claro: les encanta olisquear orines de otros perros, excrementos, bichejos muertos, su culo, el rastro que deja el camión de la basura; vale, vale de ejemplos. Es para que nadie se extrañe de que el animal se fuera directamente hacia el foco del apetitoso olor que despedían los pliegues interdigitales de las pezuñas del " campeón de las flexiones " de su amo.
Éste, aunque en pleno " impasse ", -que leches-, tenía el boniato confortablemente alojado en el horno para boniatos, y, al sentir una segunda estimulación, una abrasiva y ajena lengua inflamándole las, por otra parte, receptivas al comezón glándulas sudoríparas inferiores; entonces, se fué embalando y poco antes de culminar, firmó unas acometidas de un vigar completamente olvidado, como de algún furtivo " solos en casa ", cuando adolescentes.
Al día siguiente, al salir del baño, a ella ( que no había tardado ni la mitad " homenajeándose " con el chorro de agua calentita, recordando.... ), le flotaban por la cabeza estas preguntas: ¿ qué gorrinada habría visionado él por la red, de hurtadillas, entre proyecto y proyecto ?, y, ¿ cómo se le habría puesto en pantalla a mitad de polvo ?.
Si es que sólo tienen " eso " en la cabeza, son como niños...
El pobre perrito hace tiempo que no liga; por ahí en el perfil hay una dirección de e-mail por si tienes una perrita en igual situación.
Mira que guapo.

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