miércoles, julio 06, 2011

La rarísima especie del homo-planchador



Ella empezó a salir con un chico del que llamaba la atención su pulcritud, corte de pelo, uñas, atuendo.
Un día se lo alabó.
Y recibió esta contestación:
- Como jefe de sala de restaurante, debo cuidar los detalles personales....
Más tarde, hablando, hablando, resultó que a los dos les gustaba dar paseos en bicicleta; él lo hacía asiduamente mientras que ella apenas, dado que no tenía con quien salir y además, debía guardar la bici en casa de unos parientes.
El primer día que salieron a pedalear, se lo pasaron tan bien que la vuelta duró el doble de lo previsto.
- ¿Querrás salir otras veces conmigo?.
- Encantada, claro que sí.
- Entonces deja la bicicleta en mi garaje; no vivo lejos.
- Bien.
- Te acerco a tu casa con el coche y luego iré pitando a trabajar.
- Vamos, pues.
Más sorpresa que ver su ordenado garaje-trastero, fue subir a su piso y descubrir el estado impoluto en que se encontraba. Nada de polvo, ni bolitas de pelusilla, ni juntas negras, ni huellas en los cristales; como de estreno, parecía....
- Tómate algo mientras me ducho y plancho una camisa.
- Ya te la plancho.
- Deja, siempre lo hago yo.
- Insisto.
- Como quieras; de todas formas, la repasaré.
- Vale, vale.
Ahora viven juntos.
El chico tiene algo más de trabajo al tener que cuidar de la alimentación y la ropa de su pareja, pero le encanta.
Ha corrido la voz acerca del "status" de ella (en casa no da un palo al agua), y sufre auténticos interrogatorios por parte de sus amigas. Que sí, cumple perfectamente en los revolcones; tener por hobby limpiar la casa para que brille como los chorros del oro, no tiene necesariamente que implicar apetencia por el olor a verraco, ya sabéis....

Pues mira, yo también adoro la plancha....






!! la de cocer bogavantes ¡¡.

6 comentarios:

belkis dijo...

Para qué te voy a engañar? me encantaría tener a mi lado a un hombre que supiese planchar. Pero un hombre tan y tan impoluto, tan perfeccionista, no creo que me gustase, me provocaría estrés, jajajaja.
Esta historia que cuentas no sé si es real pero a mí me cuesta mucho creérmela. Si él es tan limpio, tan casero, tan hacendoso,...y encima cumple donde hay que cumplir, y ella no pega palo al agua...o es pura fantasía o ella está tan y tan y tan buena que a él ya le compensa.

Toy folloso dijo...

Es absolutamente verídica, Belkis, y además, ¡ella no està nada buena!.

Índigo dijo...

Más de un planchado cambio con gusto por un buen asado, pero si tu amiga tiene las planchas a pares, me alegro con ella... aunque tanta perfección ¿no mosquea un poquillo? ¿o aburre?
Un besito

belkis dijo...

Creo que yo no podría con tanta perfección, pero...ese chico no tendrá un hermano gemelo, no? jajajaja

D.F. dijo...

La plancha y yo tenemos problemas de comunicacion insalvables... yo la hablo, pero ella me mira impasible y sigue quieta...

Joyce dijo...

Jajajajajajajajaja

Yo, claramente, también me quedo con la plancha del bogavante...

Saludos!!